El Guerrero Pacifico

Las verdaderas batallas se libran en el interior



El Camino del Guerrero se basa en el trabajo memorable del exitoso escritor y guía espiritual Dan Millman, del mismo título y de su propia experiencia. El libro y el filme exploran el ambiente altamente competitivo de la gimnasia varonil, introduciendo una filosofía que despierta el espíritu.

Cuando su familia se traslada de barrio, Danny Morgan tiene que hacerle frente a un abusón espantoso. Una noche, en sueños, Danny se encuentra a un anciano con el pelo blanco y resplandeciente. Ese hombre pronto se le presentará en la vida real y compartirá con él un secreto maravilloso. Con la orientación de ese profesor sabio y protector llamado Sócrates, y la ayuda de una chica llamada Joy, Danny aprende a vencer sus miedos, pero sin huir ni luchar, sino utilizando el secreto del guerrerro pacífico. En ese proceso, transforma un enemigo en amigo.

Se trata de una apasionante narración con cierto toque de humor y con un carácter muy ameno de la experiencia vital del propio autor. Dan Millman fue en su juventud un eminente gimnasta olímpico. A lo largo de su carrera desarrolló un método de superación personal que se ha convertido en un éxito en los Estados Unidos, así como en otros lugares. La versión más asequible para el lector y de más agradable lectura es este "Guerero pacífico".

La obra muestra que nuestro éxito está en nosotros mismos, que podemos triunfar en nuestra vida interior. Nos explica que no somos víctimas de lo que nos rodea, sino que podemos incidir sobre ello y ser los artífices de nuestro éxito o nuestro fracaso. La tesis es que nuestro alrededor no es más que el reflejo de nosotros mismos (un pensamiento socrático, sin duda). El guerrero pacífico es la adaptación cinematográfica del best seller de Dan Millman, “El camino del guerrero pacifico”, obra autobiográfica con más de un millón de ejemplares vendidos en Estados Unidos, traducida a 21 idiomas y avalada por autores de la talla de Sting, Eckhart Tolle o Deepak Chopra.

El guerrero pacífico es la adaptación cinematográfica del best seller de Dan Millman, “El camino del guerrero pacifico”, obra autobiográfica con más de un millón de ejemplares vendidos en Estados Unidos, traducida a 21 idiomas y avalada por autores de la talla de Sting, Eckhart Tolle o Deepak Chopra.

Dan Millman ganó el Campeonato Mundial de Trampolín en Londres cuando tenía dieciocho años, consiguiendo así formar parte del equipo olímpico estadounidense. Tras una inmejorable trayectoria, un accidente en moto fracturó los huesos de su pierna derecha en cuarenta partes, esfumándose así su sueño olímpico y su futuro como deportista de élite. El equipo médico le diagnosticó unas secuelas motrices de por vida y su entrenador asignó su puesto a otro deportista.

Dan Millman confió en sí mismo y realizó el milagro de recuperarse de tan severa lesión. Lo consiguió sólo… y en un año. Según relata, aquel accidente le hizo plantearse por completo el propósito de su vida, comprobando hasta qué punto había dado prioridad al espíritu competitivo, convirtiéndose a sí mismo en su juez más severo y tiránico. Tras la lesión, aprendió a aceptarse y a disfrutar de su persona en aspectos que nada tenían que ver con sus capacidades atléticas.


En ese milagro tuvo mucho que ver la presencia de Sócrates (interpretado por el maestro Nick Nolte), un anciano que sirve gasolina y que le enseña el valor de servir a los demás y la necesidad de vivir para ello anclado en el presente [Del famoso filósofo es la frase: "las verdaderas batallas se libran en el interior".] Sócrates le enseña a saborear todos los aspectos de su vida por la vía de estar presente, comenzando por las pequeñas acciones cotidianas, como mientras se come, para poder apreciar el contraste de sabores y sensaciones en vez de limitarse a tragar compulsivamente comida, como suele hacerse. Así, con pequeños detalles aparentemente anodinos, la obra va dejando en su recorrido algunas frases dignas de ser destacadas y meditadas. Como éstas:

- Se más de lo que piensas. Y piensas más de lo que sabes... El conocimiento no equivale a sabiduría. Conocimiento es saber cómo se limpia un parabrisas. Sabiduría es hacerlo.

- ¿Te has fijado en lo eficaz que puede llegar a ser una buena defensa?

Todo el mundo pretende decirte lo que es mejor para ti. Solo encontraras lo que es mejor para ti, buscando en el interior no en el exterior.

Las personas no son lo que piensan que son, solo creen serlo.

La mente es un órgano reflejo, ningún pensamiento dice más de ti, que una peca en tu nariz.

Saca la basura de tu mente. Basura es todo aquel pensamiento que te distraiga de lo que realmente importa: estar presente plenamente en este momento, aquí, ahora.

Siempre están ocurriendo cosas, la basura es todo aquello que te distraiga, de vivir este momento, este aquí y ahora.

Hasta que no vivas el presente, no te darás cuenta de toda la energía de la que dispones, para utilizar en el ahora.

Cuando por fin logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces.

Sólo tienes el presente.

La primera acción de un guerrero consciente, es no saber.

No hay nada que perder.

No hay que empezar ni parar, solo hacerlo.

Las emociones son naturales, como los cambios de tiempo.

¿Qué haces cuando pierdes, todo lo que te importa en tu vida? Todo en la vida tiene un propósito, y depende de ti descubrirlo.

… - Dan
¿Dónde estás? -Aquí-
¿Qué hora es? -Ahora-
¿Qué eres? … -Este momento-.

Si pierdes el sentido del humor, estás perdido.

No son reglas, son experiencias aprendidas en mi vida.

Busca las respuestas en tu interior.

-¿Porqué no me curas la pierna en vez del pecho?
-Creo que la pierna no es lo único que se te rompió.

Cada momento es único, no hay instantes vacíos.

Nunca serás mejor ni peor que el resto.

Lo más importante es ser consciente de tus facultades o hábitos.

Toda acción tiene consecuencias, positivas o negativas.

La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir.

Cuando tengas miedo utiliza la espada, llévala hasta ti y desgarra tu mente. Destruye todos los miedos y temores, el resto vive en el pasado o en el futuro.

Ser guerrero no es ser perfecto o salir victorioso o ser invulnerable. El guerrero es totalmente frágil, es único coraje.

Puedes elegir en qué energía quieres moverte, víctima o creador.

Cada momento es único, no hay instantes vacíos.

La mayoría de la humanidad sufre por no poder conseguir lo que quieren y cuando lo consiguen, tampoco son felices por miedo a perderlo.

Acepta que no puedes controlarlo todo. Y que el éxito o fracaso no te hacen mejor o peor persona.

Di por hecho lo que sabía hacer y desatendí mi vida.

Las personas más difíciles de amar son las que más lo necesitan.

La vida es elegir, puedes elegir ser una víctima o cualquier otra cosa que te propongas.

El viaje aporta la felicidad, no el destino.

La felicidad es una cualidad evasiva. Si la buscas, no la encuentras.

El guerrero no se rinde ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace.

Existen tres reglas en la vida. Paradoja, humor y cambio.
Paradoja - La vida es un misterio, no pierdas tiempo deduciéndola.
Humor - No pierdas su sentido, sobre todo en ti. Te dará una fuerza colosal. Retira la importancia personal y ríe de todo, nada tiene la seriedad que consideras.
Cambio - No hay nada que perdure. Es el viaje el que aporta la felicidad, no el destino.

Curiosamente, en “El guerrero pacífico” no se menciona a la “religión”, ni a “Dios” ni a la “espiritualidad”; tampoco hay historias de amor juvenil de por medio, afortunadamente. Es una película que recomiendo por sus enseñanzas que no dicen, sino muestran.

Una obra bien hecha y con un contenido que a más de uno incitará a conocer más a fondo al libro y al autor que le dio origen.

La web del film es ésta.

Haz clic aquí para ver la película online


Ficha técnica:
TITULO ORIGINAL: Peaceful Warrior
DIRECTOR: Victor Salva
GUION: Kevin Bernhardt (basado en la novela de Dan Millman)
FOTOGRAFIA: Sharone Meir
MUSICA: Sebastián Arocha-Morton y Bennett Salvay
MONTAJE: Ed Marx
AÑO: 2006
DURACIÓN: 120 min
Sinopsis:
Es joven, hermoso y atlético. La naturaleza le ha concedido un talento natural para el deporte, en particular la gimnasia. Ha crecido en un hogar opulento, sin carencias ni angustias. Los romances le llueven en la universidad donde posa como una especie de “dios en ciernes”. La vida entera le sonríe. Pero las cosas, no siempre se conservan tan bonitas como pueden estarlo en un momento determinado.

Sin suponer que le espera un pronto y radical cambio de vida, y mientras se comporta como el típico rey del mundo, exitoso y arrogante, Dan se prepara para participar en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, todas las noches tiene pesadillas inexplicables. De alguna forma, una forma de premonición sombría le acecha.

Una de esas noches, para combatir el insomnio, Dan sale a caminar sin rumbo fijo. En una estación de gasolina se topa con un anciano en apariencia débil y acabado. Luego de cancelar el valor de una compra insustancial y al salir del lugar, alcanza a ver al anciano sentarse afuera en una silla.

De repente ocurre lo inexplicable. Al voltear la cabeza, tres segundos después, ya esta parado en el techo de la gasolinera, una proeza físicamente imposible para cualquier humano.

Dan queda intrigado y al pasar los días, constantemente regresa al sitio y empieza a entablar una amistad con el peculiar personaje, quién prontamente le enseñará el verdadero secreto de la vida. El muchacho lo apoda ‘Sócrates’, en principio con sorna, porque se burla de la actitud pontifical del anciano.

Dan sigue tomando las enseñanzas de Sócrates con reticencia y a regañadientes, pero de alguna forma, un extraño imán le hace volver allí día tras día. Entonces llega a su vida el suceso que pondrá de cabeza su perfecto mundo. Un accidente de motocicleta lo deja con su pierna prácticamente destrozada, fracturada en 17 partes.

Al borde de la amputación y aferrándose a quién sabe qué designio divino, poco a poco Dan comienza su recuperación. Por supuesto, en ella tendrá mucho que ver la compañía, sapiencia y métodos espirituales de ‘Sócrates’. Pero sobre todo, lo que más importa es la decisión, el coraje y el empeño del joven gimnasta.
Acerca de la película

A través de Sócrates, el anciano que en apariencia, sólo posee mucha destreza en sus movimientos, Dan comenzará un viaje de descubrimiento y aprendizaje en donde valorará más la inteligencia y la propia fuerza del espíritu, en lugar de la simple fortaleza del cuerpo.

Nota: Ver este video después de ver la película





Descubriendo el Satori

<< Todavía no has comprendido lo que representa la gimnasia. Para llegar a ello, es preciso que descubras exactamente por qué te gusta ese arte acrobático>>.
¿Puedes explicarte?.

Introdujo la mano en el cajón de su escritorio y sacó de él tres puñales con aspecto de asesino. <<Es igual, Soc>>, le dije, <<Es inútil que me lo expliques>>.

Levántate! me ordenó. No hice más que levantarme cuando lanzó uno de los cuchillos con bastante desenvoltura en dirección a mi pecho. Di un salto de costado y caí sobre el sofá, mientras que el cuchillo caía sin ruido sobre la moqueta. Me quedé tumbado allí, bajo el choque, con el corazón latiendo a rabiar.
<<Bien>>, dijo. Tu reacción ha sido demasiado fuerte, pero está bien. Ahora levántate y atrapa el siguiente.

En aquel preciso momento, la tetera se puso a silbar, una suerte. Es la hora del té, dije frotándome mis palmas sudorosas. Esperará, declaró. Obsérvame atentamente. Soc echó una de las hojas destellantes al aire. La vi volverse y caer. Durante la caída, él ajustó la velocidad de su mano a la de la hoja y cogió el mango entre el pulgar y los demás dedos, como una pinza, sujetándola con firmeza.

Ahora te toca a ti intentarlo. Has visto que de la forma con que he cogido este puñal, aunque lo hubiera cogido por la hoja, no me habría cortado. Me lanzó el tercer puñal. Más relajado, di un paso hacia un lado y esbocé un débil intento por atraparlo.

Si dejas caer el siguiente, voy a lanzarlos con menos suavidad, me anunció. 

Esta vez no despegué los ojos del arma. Cuando llegó a mi, estiré la mano. <<¡He, lo conseguí!>>

¿No es maravilloso el deporte?, dijo. Durante unos momentos, no dejamos de tirar y atrapar. Luego se detuvo.

<<Ahora voy a hablarte del satori un concepto zen. El satori es el estado de conciencia del guerrero; se produce cuando el espíritu está libre de todo pensamiento, conciencia pura: el cuerpo está activo, sensible, relajado; y las emociones son abiertas y libres: el satori es lo que acabas de vivir cuando el cuchillo volaba en tu dirección>>.

Sabes Soc, ya he conocido ese sentimiento antes, sobre todo en el momento de las competiciones. A menudo me concentro tanto que ni siquiera oigo los aplausos.

Si, esa es exactamente la experiencia del satori. Y ahora, si comprendes lo que voy a decirte, comprenderás la verdadera finalidad de los deportes, o de la pintura o la música, o de cualquier otro acceso activo o creativo al satori. Tú crees que te gusta la gimnasia, pero ella no es más que la envoltura del regalo que lleva dedntro: el satori. La práctica correcta de la gimnasia consiste en concentrar toda tu atención y tus sentimientos sobre tus actos, y de esta forma alcanzarás el stori. La gimnasia te arrastra en un momento de verdad en el que tu vida está en juego, como un samurai en duelo. Ella requiere toda tu atención: ¡el satori o la muerte!.<<como en medio de un doble salto mortal>>. Sí, por eso la gimnasia es un arte de guerrero, una manera de arrastrar tanto al espíritu ciomo al cuerpo, es una puerta hacia el satori. El último paso del guerrero consiste en extender esa claridad a toda su vida. Entonces el satori será tu realidad, tu clave para la puerta; sólo entonces, nos haremos iguales.

Las 12 puertas de Dan Millman “El Guerrero Pacífico”


Dan Millman es un ex atleta profesional, profesor universitario y autor bestselllers. Ha escrito ocho libros de entre los que destacan “El Camino de guerrero pacífico” y “La vida que han nacido para vivir” y “Las 12 puertas”. Su obra ha inspirado a millones de personas en más de veinte idiomas. Dan en sus libros nos ofrece pequeñas recetas muy aplicables al día a día y a la vida cotidiana. Había leído muchos libros de Oriente y de Occidente, de diferentes tradiciones espirituales y religiosas y siempre encontró la misma verdad reflejada en todos pero encubierta por trampas lingüísticas y culturales, hasta que se decidió por escribir eso mismo pero con un lenguaje accesible y actual.

Escribió sus libros con la intención de ayudar a cristianos o judíos o sufíes hindúes o budistas o estar mejor a cualquiera sea cual sea su forma de vida. Él nos habla de lo que hacemos independientemente de nuestras creencias o convicciones religiosas.

En su libro “las 12 puertas” nos propone una nueva definición de lo que llamamos el éxito o el equilibrio. A través de 12 puertas o estadios podemos recuperar nuestra autonomía y autocontrol para conseguir la iluminación y la felicidad.

Esta es una historia que muestra una impactante forma de existir y en donde sólo se debe vivir el presente.
La película ha sido alabada por su alto contenido espiritual y su mensaje inspirador. Deepak Chopra (Hijas de la Alegría) o Eckhart Tolle (El Poder del Ahora) son dos de los autores que la avalan

Estas son las 12 puertas:

1 – Descubrir nuestro valor: No importa lo inteligente, atractivos y brillantes que podamos ser. Si dudamos de nuestra valía, entonces nuestros propios pensamientos sabotean todos los esfuerzos y pueden acabar por socavar las relaciones y nuestra vida. Es necesario abrirse a la vida abundante con el convencimiento de que nos merecemos aquello que deseamos o tenemos. En la medida en que nos creemos que lo merecemos, descubriremos nuestro valor.

2 – Recuperar nuestra voluntad: Incluso los mejores planes siguen sin hacerse si no existe un motor o una voluntad decidida a hacerlos. El amor propio y la autoestima surgen como consecuencia de hacer lo que hay que hacer cuando toca hacerlo.

3 – Energizar el cuerpo: Si nos falta la vitalidad no tenemos nada, si tenemos salud, todo es posible. Lo único de lo que podemos estar seguros es que tenemos un cuerpo para vivir. Cuidar este cuerpo es l manera más fácil de estar bien con nosotros mismos y con el entorno.

4 – Administrar nuestro dinero: Al aclarar nuestros objetivos y el uso de nuestros dones, podemos hacer circular correctamente el dinero. Amar aquello que hacemos y disfrutar trabajando al servicio de los demás, nos ayudan a conectarnos con la más alta vocación de nuestra alma. El dinero es energía y por tanto es neutro, no es ni bueno ni malo. El uso de nuestra energía nos revelará el correcto uso del dinero.

5 – Controlar nuestra Mente: “El mundo es un reflejo de tu mente.” En una mente limpia no hay lugar para fantasmas. Cada uno de nosotros vemos el mundo a través de infinidad de filtros: las creencias, la educación, la opinión, la interpretación, los miedos…. Sólo con una mente libre de condicionamientos podremos objetivamente captar la realidad.

6 – Confiar en nuestra intuición: La intuición es la llave que nos abre la puerta a las dimensiones superiores o espirituales del Ser. La intuición nos permite reconectarnos con nosotros mismos y responder al mundo con otra claridad.

7 – Aceptar nuestras emociones: Aceptar completamente nuestras emociones, sin apegarnos a ellas. No somos nuestras emociones ni nuestros pensamientos. Hay que reconocerlos, hacer las paces con ellos y soltarlos completamente para no identificarse con ellos.

8 – Plantarle cara a nuestros miedos: “el valor no está en la ausencia de miedo, sino en su conquista.” El coraje diario no es un sentimiento sino una acción. Usted puede dirigir su atención hacia lo positivo y tratar de fijar su mente, dirigiéndola, y así al afirmar su poder, sin emociones. Visualizando los resultados positivos conseguirá superar sus miedos.

9 – iluminar nuestra sombra: Debemos ser capaces de bajar a las profundidades de nuestra sombra y ser capaces de iluminarla. Esto liberará una gran cantidad de energía, que de otro modo perdíamos en tonterías y que ahora recuperaremos para ser más eficaces. El conocimiento de sí mismo genera la autenticidad, alegría y compasión.

10 – Abrazar nuestra sexualidad: La negación de las energías de la vida como la energía sexual no es una práctica recomendable. Debemos observarnos, aceptarnos y con prudencia respetar al otro. Hacer el amor puede ser una práctica espiritual y una celebración de la vida.

11 – Despertar nuestro corazón: En esta puerta se nos despierta una nuevo estado en nuestro corazón. Fluye y rebosa amor, amor que perdura, que une y no separa, que no son sólo palabras o sentimientos, que no seduce o controla, que sólo es y por ser ilumina. El amor nos abre las puertas a la iluminación diaria.

12 – Servir al Mundo: El servicio es a la vez un medio y un fin, al dar a los demás, viene a nosotros la abundancia y la paz interior. La última puerta da sentido a la vida.

Pero estas 12 puertas no son sólo buenos consejos, él nos presenta en su libro un plan de trabajo, como si de un entrenamiento de gimnasia se tratara, que paso a paso nos conduce inequívocamente a una vida iluminada y de abundancia.

El error básico es que nos saboteamos a nosotros mismos en nuestras relaciones, en nuestras prácticas espirituales, en los ámbitos financieros, incluso en nuestra salud. Nos saboteamos la vida porque en algún nivel inconsciente no nos sentimos merecedores de todo lo que podemos obtener. Ese es el reto más importante al que podemos aspirar: el crecimiento personal, el crecimiento espiritual o el desarrollo del potencial humano. Los seres humanos estamos llenos de tendencias. Tendemos a ser perezosos, o al exceso de trabajo. Tendemos a dejar que nuestras emociones conduzcan nuestro comportamiento. Tendemos a complacer a los demás o tendemos a negarnos a nosotros mismos. Tendemos a ser pasivos o agresivos, obsesivos, o a actuar sin pensar. Tenemos la tendencia a negar o evitar la solución de los problemas hasta que ya no podemos evitarlos. Tendemos a ser egocéntricos, defensivos y resentidos.

Para salir de este atolladero Dan Millman ha creado lo que él llama “la práctica de la iluminación”, un enfoque radicalmente nuevo de la vida espiritual en el cual la energía y la atención no se dirigen hacia tratar de lograr cualquier cambio interno de la conciencia, sino a hacer lo que sea necesario para “actuar como si” ese cambio ya se hubiese producido.

Sabemos lo que debemos hacer pero, ¿por qué no lo hacemos?: “Just do it”. “Hazlo”


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