Un corazón destrozado


Tu ausencia y tu mal amor dejó heridas que aún no puedo sanar, fue tu amor tan falso que aún no sé como me quedan ganas de seguir. No supiste valorar lo que te di, hoy estás muy feliz mientras yo aún no sé como seguir solo sin ti. Cada día es una tarea tener que olvidar, aunque sé que me es imposible mientras vivas en mi corazón”. Shoshan.

El dolor del alma, del corazón, es el más difícil de asumir y aceptar. Cuando daña, el amor es lo que más daño puede hacer a nuestro corazón. Duele hasta los huesos saber que aquella persona que compartió tu vida ya no está, que ha buscado otra vida donde tú ya no estás. El dolor de un mal amor es el más difícil de borrar, sus cicatrices tardan mucho en sanar.

Porque ¿Qué haces cuando te han roto el corazón? ¿Qué haces con esos sentimientos que tienes tan dentro de ti? Te encuentras sufriendo, y esa es la cruda verdad, tienes el corazón destrozado. El amor es frágil, y muchas veces no nos damos cuenta de ello y pensamos que nada malo puede pasar, te sientes feliz y de repente, un día cualquiera te das cuenta de que nada de lo que estabas viviendo ha sido verdad. El desamor duele pero llega, vivirlo te deja cansado de llorar, de estar mendigando que te amen… El dolor es un síntoma que genera nuestro cuerpo cuando se ve dañado por cualquier persona o situación.

Es entonces cuando hay que detenerse y decidir lo que harás, ya no puedes estar encerrado en tu cuarto, no es momento para estar pensando que todo el mundo es malo, o que todo el mundo siempre te hará daño. Claro que es comprensible que te sientas así, pues te han roto el corazón y ya no confías en nada ni nadie…

Las preguntas vienen a tu mente, te preguntas cómo es posible que tu corazón aún siga latiendo a pesar del daño que te han causado. Pero es así, sigue con nosotros, y debemos salir adelante. Quizás solo no puedas, pero siempre hay personas que te pueden ayudar con estas situaciones.

La vida misma ya es de por sí difícil con todas sus dificultades, con todos sus problemas diarios, creo que nunca se deja de luchar mientras haya un hálito de respiración en nuestra vida.

¿Cómo me enfrento a este dolor? ¿Cómo salgo de esta pena?

1.       Concédete la oportunidad de volver a vivir la vida.
2.       Trata de buscar ayuda, por mucho que destrocen tu corazón seguirás adelante, la vida no es una “persona” es un conjunto de cosas.
3.       Es difícil, es como un duelo y lo debes vivir como tal, llorar, maldecir y luego levantarte.No pienses que todos son iguales, hay personas buenas en esta vida, sólo que siempre tendemos a fijarnos en quien no nos conviene.
4.       Si tienes hijos, no dejes que ellos sufran tu dolor, debes aprender a separar las cosas, ellos no tienen culpa de nada.
5.       Levántate aunque te cueste, respira y piensa que si se ha ido de tu vida, no era para ti. Quizás te ha hecho un favor.
6.       Nadie merece que le llores tanto, ¿acaso piensas que el o ella sufre como tú?
7.       Si el amor se acabó hay que asumirlo, sólo así empezarás a caminar de nuevo por el difícil camino de la vida.
8.       No catalogues a todos o todas por igual, el que tú habías escogido era el o la mala, no el resto.
9.       Y por último, ahora mismo todo lo ves mal, todo está negro, nada es para siempre, incluso el dolor.

El tiempo hará lo que necesita hacer, te dará lo que te corresponde… ¿Olvidar? No, jamás se olvida, sólo se deja de extrañar. Pero fue una parte de tu vida y pasó, aceptarlo te dará un gran alivio para poder continuar. Lo peor que puede hacer una persona a la que le han roto el corazón es volver una y otra vez con la misma persona, se convierte en un circulo vicioso que a la larga o la corta sólo te alarga el sufrimiento.

Recuerda que alguien que te ama sinceramente nunca te hará daño y nunca te hará llorar.

¿Cómo se recupera el corazón de una herida de amor?

El corazón no se recupera jamás de un fracaso, sólo lentamente el tiempo va cerrando esas heridas y poco a pocos nos vamos levantando de esas caidas. No es nada fácil, porque teníamos una vida, un sueño que pensamos que algún día se haría una realidad, y todo de repente murió.

Ya las llamadas nunca fueron las mismas, se siente cuando el amor se ha perdido, todas esas risas se convirtieron en lágrimas que el tiempo no ha logrado sacar para siempre ese dolor, y es así, es todo un proceso, es toda una hazaña volver a vivir con ese dolor, despertar y saber que nunca más volveremos a tener aquel amor.

¿Nos vamos a morir? No, claro que no, parece que al principio todos nos vuelven la espaldas y nada nos sale bien, pero es en ese momento cuando debes tener tu minuto de silencio, tu minuto de mirar dentro de ti mismo, y salir adelante, levantarte de nuevo y volver a comenzar, no es una tarea fácil, pensaran que es muy fácil decirlo en papel pero en la vida real muy difícil y es así les encuentro la razón.

Por eso debemos doblar los esfuerzos, tratar de no pensar, llenar nuestra vida con otros intereses, que Dios es tan bondadoso que nos regala un nuevo día para volver a recomenzar y enfrentarnos a nuestros temores, no es fácil, lloraremos todo lo que haya que llorar, es un limpiador del alma y del corazón, llorar debes hacerlo pero también saber parar y decir

¡Basta! Es hora de cerrar este capitulo de mi vida, si no me han querido como yo lo he querido, entonces a salir afuera… Debes hacer tu vida, buscar algunos intereses que llenen tu corazón, vuelve a poner tus ojos en otras personas, quizás la que estaba a tu lado no era la correcta para ti, pero eso no quiere decir que no exista el amor, claro que existe y es un sentimiento muy hermoso cuando es correspondido.

No te apenes si no estás con la persona que tú deseas, mejor gasta tus energías en saber que hay alguien para ti, quizás más cerca de lo que tú piensas y no te has dado cuenta, pero recuerda siempre que no es bueno volver de inmediato al ataque por otro amor, descansa, date un tiempo para ti, para tu familia, para tus amigos.

Sé feliz aún con las tristezas, sólo son experiencias que te servirán para crecer interiormente.

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