Carpe diem



Carpe diem es una locución latina que literalmente significa "aprovecha el día", lo que quiere decir es «aprovecha el momento, no lo malgastes». Fue acuñada por el poeta romano Horacio(Odas, I, 11):

La traducción menos literal y más comprensible para el hablante moderno sería "Aprovecha el día y no confíes en el mañana" o "aprovecha el día presente". Se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" o también como "vive cada momento de tu vida como si fuese el último". 

Es un tópico literario, un tema recurrente en la literatura universal como una exhortación a no dejar pasar el tiempo que se nos ha brindado, malgastándolo; o bien, para disfrutar los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto. Cobra especial importancia en el renacimiento, en el barroco y en el romanticismo. 

Este tópico respecto a las diferentes épocas literarias ha ido variando en la forma de entenderlo. Durante el periodo de la Edad Media era entendido como: "vive el momento porque vas a morir pronto". Posteriormente durante el Renacimiento, los ideales de belleza y perfección hicieron entenderlo de la siguiente forma: "vive el momento porque vas a envejecer pronto". Finalmente en la época Barroca este tema se volvió a interpretar de la misma forma que en la Edad Media, pero con bastante más intensidad en cuanto a la muerte. También es el último momento cuerdo que se tiene cuando se va a morir. 

Tal vez hayas oído la frase en la película "La Sociedad de los poetas muertos", protagonizada por Robin Williams. 

La frase se encuentra en un poema de la obra "Odas" escrita por Horacio, poeta latino que nació el año 65 A.C. y murió el año 8 a.c. Por cierto, un bello poema. Este es el texto del poema en latín: 

Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi fienm di dederint, Leuconoe, nec Babilonios temptaris numeros. Ut melius quicquid erit pati!
Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrenum, sapias, vina liques et spatio brevi spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero. 

Y la traducción: 

No busques el final que a ti o a mí nos tienen reservado los dioses (que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leuconoé, y no te dediques a investigar los cálculos de los astrólogos babilonios. ¡Vale más sufrir lo que sea! Puede ser que Júpiter te conceda varios inviernos, o puede ser que éste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el último; pero tú has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda amparándote en la larga esperanza. Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa: aprovecha el día de hoy, y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el día de mañana.


En lenguaje común significa "elegir" y también "degustar", "disfrutar de". Carpo significa, pues, "arrancar", "separar arrancando", "arrancar a pedazos", "desgarrar"; toma después los sentidos figurados de "aprovechar", "gozar" ("gozar de un dulce sueño"), "consumir" ("consumir las fuerzas"), "recorrer", "completar" ("recorrer un camino", el definitivo en la frase supremum iter carpere: "hacer el último viaje").

Se ha traducido carpe diem como "goza a bocados del momento para tratar de mostrar lo mejor posible el sentido originario del verbo", como si dijese: "arráncale pedacitos al tiempo", "cómete el tiempo a mordiscos". Porque eso es lo que se quiere decir con carpe diem. 

En una interpretación muy prosaica podría equipararse con el dicho español "que nos quiten lo bailado", aunque con esta igualación, tan chabacana, se pierde mucho del sentido que tiene la frase latina, motivo por el cual se sigue diciendo en latín. 

Parafraseando la expresión, su sentido sería: "no dejes que el Tiempo te quite tiempo, te quite vida; no dejes que el Tiempo te gane la partida; por el contrario, aprovéchate tú de él, arráncale trocitos, momentos". Pero a diferencia de las últimas palabras de la traducción, quiero decirte que debes tener esperanza en el día de mañana, ya que ella nos dice que el mañana será mejor, pero que ese mañana no te haga olvidar el presente, ya que en él vives.      

Así puede representar síntomas de irresponsabilidad así como falta de consciencia en el ser. Pero también la actitud de vivir intensamente cada instante, de afrontar la vida con optimismo y alegría.
Vivir intensamente es ir en busca del límite…

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