Tiempos Modernos



Simplemente... genial

¿Existe una forma más inteligente de crítica que el humor? Creo que no. De esto, Chaplin parece saber muchísimo.

Una crítica a la deshumanización de los tiempos de posguerra, que se extiende hasta nuestros días. La especialización de Smith elevada a la enésima potencia, reduciendo al hombre a un mecanicismo autómata. Los efectos perniciosos de la competencia desmedida del capitalismo. El maquinismo aplastando al humanismo.

El comienzo de la película es genial, como toda ella. Llenan la pantalla un rebaño de ovejas. A continuación, se observa el ajetreo diario de la gente que camina hacia sus puestos laborales. Con rumbo fijo, sin posibilidad de aprendizaje. Perfecta analogía que retrata el espíritu de la película.
Charlot es un ser extraño en todo este mundo (quizá como la oveja negra que aparece en el rebaño). Sin embargo él es el verdadero humano.

La mecanización del ser humano, la alienación del mundo laboral, la explotación del obrero, la represión de las clases populares, el interés del capitalismo de producir lo máximo al menor coste, el hallazgo del amor como redención para desatarse del mundo laboral, la utopía... Todos estos temas, y más, tratados a través de ingeniosos gags que dejan entrever cierta amargura.

Tan desternillante como conmovedora, Tiempos modernos es una de las películas más comprometidas del genio, un canto a la lucha por un mundo mejor, a la insistencia ante los obstáculos que el sistema, frío, despiadado, mezquino, pone a los hombres. Inolvidables es la parte de la fábrica, así como el baile final, entre otras.


Película completa: 



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